Las personas con sistemas inmunes débiles deben evitar el contacto con la saliva de los perros

Para el resto de la población basta con tener conciencia de dónde estuvo la boca de las mascotas para tomar medidas de higiene como el lavado de manos y de rostro.

08/11/2016

Las mascotas, miembros más de la familia casi siempre, llegan a compartir la comida y dormir con sus dueños, por lo que los lametones de perros o gatos en la cara están a la orden del día. John Oxford, profesor emérito de virología y bacteriología de la Universidad Queen Mary ...

Las mascotas, miembros más de la familia casi siempre, llegan a compartir la comida y dormir con sus dueños, por lo que los lametones de perros o gatos en la cara están a la orden del día. John Oxford, profesor emérito de virología y bacteriología de la Universidad Queen Mary de Londres, recuerda que los perros pasan la mitad de su vida “con la nariz en esquinas asquerosas u oliendo las heces de otros canes, por lo que sus hocicos están llenos de bacterias y virus de todo tipo”.  Y además,  transportan gérmenes en su saliva.

Aunque la mayoría de las patologías infecciones que atacan a perros y gatos no afectan a los humanos, algunas infecciones, precisamente las enfermedades zoonóticas, sí pueden transmitirse entre ambas especies. El contagio se produce cuando la persona entra en contacto directo con la saliva o el excremento de una mascota infectada. Así, según Oxford, entre las bacterias zoonóticas más comunes que pueden causar enfermedades en los individuos están la salmonella, clostridium, E. coli y campylobacter -esta última capaz de causar diarreas fuertes-.

También pueden transmitir infecciones fúngicas, como la dermatofitosis, que se transmite al tocar superficies del animal infectadas. También son capaces las mascotas de propagar parásitos como el ascaris, cuando un humano accidentalmente se traga los huevos de este gusano. A pesar de estos posibles riesgos, los expertos sostienen que en muchas ocasiones es la persona la que contagia una enfermedad a un perro, y no al revés.

Así, la recomendación de los expertos es que la gente con sistemas inmunes debilitados eviten tener contacto con la saliva de sus animales. Pero para el resto de la población basta con tener conciencia de dónde estuvo la boca de las mascotas para tomar medidas de higiene como el lavado de manos y de rostro.

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